El castillo se alza en el punto más alto de una colina, en posición dominante sobre la franja costera entre el macizo del Garraf y Barcelona. La mitad meridional del Castillo está constituida por la capilla, originariamente románica, de una nave y transepto, y las dependencias anexas: la rectoría, la sacristía, el cementerio y el patio de acceso. Una serie de caminos de paseo suben poco a poco hacia el Castillo hasta llegar al parque del Castillo, en diferentes recorridos, ricos en vegetación con especies exóticas como la lagundaria Final del paseo marítimo de Castelldefels y el palmito. La cima de la colina es, así pues, un punto óptimo para la observación del macizo del Garraf, la sierra de Collserola, la llanura de Barcelona, la montaña de Montjüic, el delta del Llobregat y la línea de costa.
El parque del Castillo forma parte del barrio del Castell, al nordeste del núcleo urbano, donde ocupa una posición privilegiada entre el castillo y la zona urbana. Limita por arriba con la muralla del castillo y por debajo con una zona de equipamientos deportivos y las calles Bisbe Urquinaona del Doctor Marañón.
La iglesia románica del Castillo
En el siglo X, Castelldefels era tierra de frontera con el califato musulmán de Córdoba. En aquella época, el conde Sunyer encomendó al monasterio de Sant Cugat la organización de lo que en el futuro sería Castelldefels. Bajo la dirección de aquel monasterio se empezó a construir la iglesia de Santa María. La primera noticia documental que tenemos es del año 967.
El Ayuntamiento de Castelldefels compró el castillo el año 1988. El año siguiente promovió el estudio histórico y arqueológico del conjunto y un proyecto para rehabilitar y restaurar la iglesia. Las obras consistieron en la reconstrucción de las partes afectadas y en el retorno de los colores originales a los distintos cuerpos: blanco a la obra románica y azul a la capilla de la Salud. En el interior se adecuó el presbiterio de modo que también se pudieran ver las ruinas ibéricas y romanas que hay en el subsuelo. Asimismo, se rehabilitó la capilla de la Salud, respetando las pinturas neoclásicas y los grafitos de la Guerra Civil de 1936-39.
Pueblecitos costeros
viernes, 14 de junio de 2013
Delta del Llobregat
Els espais naturals del riu Llobregat
Situats al marge dret del tram final del riu Llobregat, ocupen unes 145 ha i hi ha una gran diversitat de flora i fauna. Hi podem trobar els principals paisatges del Delta: jonqueres, prats humits, pinedes, canyissars, platges i estanys litorals, com ara el de Cal Tet i el de Ca l’Arana. Aquests espais formen un Delta en miniatura.
Situats al marge dret del tram final del riu Llobregat, ocupen unes 145 ha i hi ha una gran diversitat de flora i fauna. Hi podem trobar els principals paisatges del Delta: jonqueres, prats humits, pinedes, canyissars, platges i estanys litorals, com ara el de Cal Tet i el de Ca l’Arana. Aquests espais formen un Delta en miniatura.
És un dels espais naturals més emblemàtics, sobretot perquè s’hi observen fàcilment ocells aquàtics, com ara bernats pescaires, corbs marins, ànecs, fredelugues o martinets. A la primavera i a l’estiu els limícoles omplen la maresma. Aquest espai ocupa 188 ha i inclou l’estany del Remolar, la maresma de les Filipines, la riera de Sant Climent, la pineda de Cal Francès i una part de la platja de Viladecans.
Amb 48 ha, formen un espai costaner d’elevat valor biològic, molt escàs al nostre país. La pineda de pi pinyer creix sobre les antigues dunes de la platja i construeix un magnífic recer per una gran diversitat de fauna i flora. A la platja trobem algunes espècies amenaçades, que necessiten la vegetació dels sorrals per viure.
Són un conjunt de tres llacunes a la zona agrícola de Sant Boi de Llobregat. Amb una extensió total de 31 ha, constitueixen un espai interessant per la biodiversitat que acullen i, especialment, per la funció de dormidor de martinets i esplugabous.
L'estany de la Murtra, entre els municipis de Gavà i Viladecans, ha recuperat part de la seva vegetació típica i, junt amb els camps de conreu, és l'hàbitat d'espècies com el martinet menut, el blauet i el corriol petit. La Pineda de la Maiola, a Gavà, conserva exemples de pineda sobre dunes litorals i jonqueres interdunars, i és l'hàbitat de diferents aus forestals.
Badalona
En Badalona, España, hay pocos monumentos que visitar, sin embargo te sorprenderá. tripwolf te ayuda a encontrar los mejores lugares de interés y que visitar. A continuación encontrarás los mejores eventos culturales y de arte, monumentos y atracciones turísticas en Badalona ordenados según las preferencias de la comunidad de tripwolf.
Calella
Calella, la capital turística de la Costa del Maresme, cuenta con innumerables terrazas, restaurantes y una animada vida nocturna que, junto con sus playas, ofrecen una atractiva oferta al viajero.
El casco urbano de Callela se extiende a lo largo de tres kilómetros, entre las playas de arenas doradas del Mediterráneo y las últimas estribaciones del Montnegre. Esta excepcional ubicación la convierte en un destino costero de primer orden, galardonada en numerosas ocasiones con el distintivo de calidad europeo de Bandera Azul. Los más diversos deportes náuticos y actividades al aire libre son posibles aquí, gracias a la bondad de su climatología durante todo el año y a las excelentes instalaciones de su Club Náutico. Terrazas y restaurantes a orillas del mar nos harán conocer las mejores recetas de la gastronomía catalana.
La parte antigua de esta población barcelonesa se distribuye en torno a la iglesia de Santa María, una construcción neoclásica de portada barroca. Su patrimonio artístico continúa de la mano de la Casa de los Salvador (s. XIV), la Casa Sivilla (s. XVI) y la capilla de San Quirze y Santa Julita. La antigua Fábrica Llobet-Guri y Mercado Municipal son otros importantes monumentos que el viajero no debe perderse. Por su parte, el Parque Dalmau es un agradable enclave donde descansar y disfrutar de otra perspectiva de la ciudad.
Numerosas calles peatonales invitan al paseo por su interior, así como el Paseo Marítimo muestra la fachada mediterránea de Callela y conduce al visitante a la zona del faro. Esta construcción marinera, que se ha convertido en el símbolo de la ciudad, se eleva sobre un promontorio que domina todo el perfil costero. También, cerca de aquí, se pueden admirar antiguas torretas destinadas a la telegrafía óptica, que recorrían antaño todo el litoral.
Barcelona
Hay mucho que ver en Barcelona, una ciudad que ofrece a los turistas múltiples opciones. Si vuestro bolsillo os lo permite, reservar el hotel en Ciutat Vella o el Eixample puede ser una buena idea para recorrer a pie gran parte de los atractivos de la ciudad. A continuación os sugerimos algunos de los sitios más interesantes:
mataró
Mataró es una ciudad viva, con un amplio abanico de oportunidades para disfrutar del ocio, la gastronomía, la cultura, los deportes, el patrimonio arquitectónico, etcetera. Las tradiciones y las fiestas populares también están muy arraigadas; su máximo exponente es la Fiesta Mayor de Mataró, Las Santas.
martes, 11 de junio de 2013
Blanes
Blanes es una dinámica población de más de 30.000 habitantes, que tiene como principal actividad el turismo. Es digna de ver, entre otros, por sus actividades culturales y folklóricas existentes durante todo el año.
Debemos conocer su interesante patrimonio, empezando por su perfil inconfundible, la Torre de Sant Joan, edificada por orden de Grau de Cabrera, actualmente un excelente mirador, donde disfrutaremos de una espléndida vista de todo Blanes y de parte de la costa. Detrás de la montaña de St. Joan, encontramos la Ermita de Santa Bárbara, antigua torre de vigilancia. Aprovechamos la situación para bajar hacia
el mar y acercarnos a la tranquila cala de Sant Francesc, donde nos podemos quedar un rato, si el tiempo acompaña, para descansar y disfrutar de su tranquilidad. No nos podemos olvidar de visitar otros puntos emblemáticos de la villa, como el Palacio de Vescomptes de Cabrera, del S. XV (que se usaba como cuartel para las tropas que pasaban por la comarca), y la notable y única Fuente Gótica, también datada del S. XV (ordenada construir por la hija del conde de Prades), digna de ver.
Destacamos también la capilla más antigua del pueblo, Nostra Sra. De L'Antiga (del 1.603).
Situado a unos 4 km de Blanes, podemos ver el Santuario de la Sagrada imagen del Vilar, importante centro de atracción desde el 1.012, donde la población tiene la tradición de, el último Domingo de Octubre, renovar el voto de la villa en un acto solemne.
Vale la pena descubrir, además, sus parajes naturales. Para eso nos acercaremos a sus interesantes Jardines Botánicos: el de Mar y Mutra, uno de los más importantes de Europa; y el de Pinya de Rosa.
Otra manera de conocer la vida en este pueblo, seria poder ser testigo del Mercado del Pescado. Si estamos a día laborable, podemos ir al puerto, a partir de las 16.00h de la tarde, cuando las barcas llegan de un día de pesca y traen el pescado para que sea subastado en la Llotja del Peix. Es un espectáculo que, como visitantes, no nos podemos perder.
Si tenemos la suerte de poder venir entre el 24 y el 28 de Julio, viviremos la fiesta Mayor de Blanes, con todo su espectáculo y esplendor, con los espectaculares fuegos artificiales que tanto la caracterizan. Pero no es la única manera de poder apreciar y participar en las costumbres locales de la población, pues se realizan diferentes ferias y actos populares, durante varias épocas del año, para que los visitantes puedan pasar unas vacaciones agradables, y se vayan con un bonito recuerdo de esta villa de la Costa Brava.
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